domingo, 24 de abril de 2011

EN EL SILENCIO TOTAL

En el silencio total,
tú, acostada junto a mí,
yo, amándote sin hablar,
soñando sin dormir.

El silencio es parte de mí.
El silencio es parte de ti.

Por la ventana entra
una estrella fugaz,
iluminando tu cuerpo desnudo
bajo un cielo de cristal.
Ya no sé si estoy despierto;
no sé si es un sueño o es real.

Tu cuerpo y el mío se hacen uno;
tus labios se funden en mí;
la vida de pronto es perfecta,
todo lo que necesito está en ti.

Mis manos sobre tu piel hacen fiesta;
voy probando en cada poro
el sabor de la vid.

En el silencio total,
de tu piel se desprende un sabor a sal;
es el sabor del milagro,
de estar sin estar;
es el sabor de ti,
mi piedra filosofal.

En el silencio total,
tu cuerpo y el mío
en perfecta armonía,
sintiendo el secreto de la Alquimia.
Encontrando aquello que habíamos perdido,
en el mismo instante,
en que el cosmos ha quedado dormido.

En el momento final,
no existe nadie más,
sólo tu amor y mi amor,
sólo el silencio,
Sólo tú, y sólo yo.

Ya no sé si hemos nacido,
O si estamos muertos.

En medio de la soledad...
yo, cuidándote sin descansar,
tú, viéndome sin mirar,
cansada de volar.

Escuchando Nuestros Silencios.

El sol comienza a resucitar.
Tú, dormida junto a mí,
yo, contemplando tu rostro soñar,
intentando el misterio descubrir
De tus pechos al respirar.

SILENCIO...
TE ESTOY AMANDO.

Dios ha bajado a este lugar


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